EL CAMINO HACIA NINGUNA PARTE…

Cuando miras estas  imágenes del pasado del Karate, a menudo se  piensa en la reacción de las personas que aparecen en ellas, y en qué pensarían de las cosas que se hacen en su nombre hoy día… ¿Reconocerían siquiera el Karate que ellos practicaban en cualquier cosa que vieran hoy? ¿Quién lo podría asegurar?.
Hay un mal entendido acerca del Karate: la gente parece pensar que es un producto, como un coche o par de zapatos caros… en cualquier caso, hay una creencia bien establecida hoy según la cual se puede comprar o vender el Karate por dinero. Y a pesar de que no hay ninguna evidencia de ningún tipo que apoye la noción de que el intercambio de dinero se traduce en habilidad y conocimiento, la mayoría de karatekas de hoy todavía creen en el hecho de pagar por el Karate.
El número de sensei que viajan arriba y abajo, en Okinawa y Japón ha aumentado considerablemente en años recientes, y cada mes del calendario cuenta con una serie de seminarios en alguna parte del mundo. El número de paquetes de vacaciones de Karate a Okinawa es constante, aunque una tasa de participación consistentemente baja sugiere que puede que no duren mucho más, a menos que la campaña de ventas se expanda a Japón.

Cuando utilizas el término “el camino del Karate”, ¿sabes a dónde te está llevando ese “camino”? ¿Tienes un destino en mente?… ¿O eres feliz escondiéndote detrás de la idea equivocada de que “lo que cuenta es el trayecto”? Bueno, si es así, está bien… Mientras no apliques la misma lógica al resto de tu vida; de otro modo, vas a morir habiendo pasado toda tu vida de camino a alguna parte que no fuera el lugar en el que estabas… ¡Perdiéndote tu propia vida!
De vez en cuando es bueno comprobar que tu “camino de Karate” no se haya convertido en un camino a ninguna parte.
Fuente:
“The Road to Nowhere…”
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Michael Clarke]