«El mundo del Karate siempre ha atraído a individuos que querían «ser alguien» que no podían ser en el mundo real «

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Cuando se trata de darle sentido al Karate, o cualquier arte marcial, muy a menudo lo que importa no son las cosas que ves… ¡sino lo invisible!  Dar sentido al Karate significa la capacidad de absorber los principios centrales del «arte» marcial que crees que practicas. Como todo arte, el Karate depende de un sentido de aceptación más que de negación. Ceder a las distracciones sin sentido de «estilos», «técnicas», «kata», y «maestros del pasado y del presente», demuestra que la persona todavía no ha «visto» verdaderamente aquello que está mirando.
Nada de lo que hagas en el exterior puede llegar a compensar por cosas que faltan en el interior. Puede que creas, como hacen tantos, que un cuerpo atlético y una mente inquisitiva es todo lo que se necesita, pero entonces, ¿qué pasará con tu Karate cuando tu cuerpo envejezca y tu memoria no sea lo que solía ser? Si tu Karate tiene una «vida útil» vinculada a la forma física, o una «fecha de caducidad» que se calcula en base a la cantidad de cosas que puedes enseñar a los demás, ¿qué valor tiene para tu espíritu? Shin (de Shin-Gi-Tai) se considera desde hace mucho un prerrequisito para apreciar el Karate.
Los principios no sólo tienen relación con la parte física del Karate, sino (y de manera más importante) con la manera en la que consideras el Karate parte de tu vida. Un  karateka escribió una vez que «Los principios no se pueden ver», y tenía razón. Pero se pueden ver los resultados que deja alguien que sabe cómo vivir de acuerdo a ellos. Del mismo modo, cuando cambian tus principios, no tienes alternativa mas que cambiar tu mente, y a su vez, también tu naturaleza (shin).

El mundo del Karate siempre ha atraído a individuos que querían «ser alguien» que no podían ser en el mundo real; es un aspecto de la naturaleza humana que no se mueve por principios, sino por ambición.
El difunto profesor y filósofo Krishnamurti advirtió a sus seguidores en contra de alimentar la ambición cuando escribió: «Todos queremos ser famosos, y en el momento en el que queremos ‘ser’ algo, dejamos de ser libres».

Semejante principio a menudo resulta difícil de aceptar para la gente de Karate, al fin y al cabo «ellos son diferentes», al menos en su propia mente. Pero recordad: las mentes cambian para adaptarse a un cambio de principios por los que regirse. Aunque el cambio es inevitable a medida que nos movemos desde que nacemos hasta que morimos, cambios que se llevan a cabo pensando poco suponen una forma de vida inestable.
Mientras que muchos karatekas exponen la necesidad de ciertos principios, menos son los que están dispuestos a vivir según los principios que defienden…
Fuente:
«A little more on Principles…»
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Michael Clarke]