Ser fuerte está bien, durante un tiempo. Pero, a medida que pasa el tiempo, la fuerza bruta y la ignorancia nunca te sirve de mucho . . .

Ser fuerte  está bien, durante un tiempo. Pero, a medida que pasa el tiempo, la fuerza bruta y la ignorancia nunca te sirve de mucho, y terminas con los habituales «problemas de espalda», «dolor de codo», «lesión de hombro», «rodillas», etc., etc., etc…

La fuerza  en el  Karate es  la fuerza que demuestras cuando realmente no quieres practicar pero lo haces de todos modos. Cuando la vida te golpea tan duro que apenas puedes seguir en pie, pero aún así vas al dojo. Cuando tu profesor demuestra no ser lo que parecía y, después de darle las gracias por su ayuda, tomas otro camino. Cuando estás a la altura de tus compromisos, cuando aprendes la diferencia entre una razón y una excusa, cuando dejas de querer cosas, das más de lo que recibes, y por último pero de ningún modo menos importante, cuando te aceptas a ti mismo por lo que eres, defectos incluidos. En Budo no se trata de conseguir fuerza para el combate, sino una vida en equilibrio.

«Ser consciente de tu propia fuerza, te hace humilde…»
Fuente:
«Toughen up!»
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Michael Clarke]