Un lugar para el karate deportivo, karate de dojo, arbitraje, entrenadores, atletas, historia, filosofía, técnicas , tradiciones y educación física .

Foto: http://www.google.com
Hay un elemento del entrenamiento de Karate que ya no está disponible para la mayoría de los que lo practican. Me refiero a la necesidad de enfrentarte a ti mismo de manera regular y ver qué descubres. No me cabe duda de que muchos de los que leéis esto pensaréis que eso es exactamente lo que habéis estado haciendo, es lo que vuestro instructor os ha estado exigiendo, ¡es lo que os hace budokas! Sí, bueno, muy bien… Pero mira, no veo prueba de ello en la manera en la que los karatekas interactúan entre ellos, así que quizá sea algo que sólo existe en tu mente… y en la publicidad que utilizas para atraer gente a tu camino.
Muchos dojos tienen espejos, aunque no muchos karatekas de los que los utilizan pueden ver lo que reflejan… Están demasiado ocupados mirando, un poco como el tipo del gimnasio que no parece poder levantar nada a menos que esté mirándose en un espejo. Sí… Sí… Tu aspecto coincide con tu imagen ideal, ¿pero es esa la función del espejo, o sólo tu forma de utilizarlo? Las herramientas no están ahí para «sazonar» tu entrenamiento. No están ahí para darte ventaja sobre la academia de Karate de enfrente que no las tiene. Están ahí para ayudarte a aprender sobre tu verdadera naturaleza.
El entrenamiento de Karate ofrece pocas cosas, de valor, que sean cómodas. Y sin embargo la publicidad que veo sugiere lo contrario. «Pequeños Ninja de 18 a 18:15″… «Jóvenes Samurai de 18:20 a 18:45″… «Clase para Adolescentes de 19 a 19:30″… Y la clase estrella… «Adultos». Como esa dura una hora entera, no tiene tanta asistencia como las demás, pero eh, no es fácil ser «Cinturón Negro», ¿verdad?
Menos mal que tú entrenas en un dojo «de verdad», y no en uno de esos otros sitios. Supongo que si «necesitas» a tus clientes/seguidores, o como sin duda te gusta llamarlos… tus «alumnos», entonces tienes que adaptarte a ellos, eso lo entiendo. Pero mira, cuando «necesitas» seguidores/alumnos empiezas a hacer que las cosas les resulten cómodas, y eso es lo contrario de lo que cabría esperar, así que, por favor, no me digas que estás enseñando Karate.
Me alegro de que mis profesores nunca me pusieran las cosas fáciles, fue una lección que ha resultado mucho más beneficiosa que cualquier «técnica» que me hayan podido enseñar…
Fuente:
«For your convenience…»
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Michael Clarke.
Debe estar conectado para enviar un comentario.