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Es innegable que ser una figura conocida en el mundo deportivo hoy en día es muy distinto a lo que era hace 50 años, por decir un número. Las tecnologías avanzan, el pensamiento humano se ve afectado por el contexto, todo cambia.
Lo que nos es realmente importante es: ¿cómo afecta esta evolución a todos los que practicamos deporte? Pues bien, empezaremos puntualizando que existe un lado bueno y su opuesto, pero nos concentraremos en el negativo.
El principal problema que enfrentan los atletas hoy en día es también una de las grandes herramientas con las que contamos: el Internet. Pero: ¿cómo podría algo que aparentemente es tan útil, ser dañino para el deporte? La respuesta está en cómo se usa esa herramienta, es decir, se encuentra en quien manipula la información para darle un cierto fin.
Quizá aún no queda tan claro, pero vamos a profundizar un poco. ¿Qué pasa cuando vemos que Michael Phelps se ha convertido en el máximo exponente ganador de medallas de oro, con un total de 28? La mayoría festejamos, pues romper récords se vuelve cada vez más difícil, aunque deportistas como Phelps nos hagan pensar lo contrario; sin embargo, ¿cuánto dura el festejo? ¿Un par de días? ¿Un par de semanas? ¿Mientras duren los Juegos Olímpicos? La última opción parece el mejor de los casos para el nadador.
Pasemos a una situación contraria, con el mismo atleta: ¿qué pasó cuando se dio a conocer la noticia “Michael Phelps es retratado consumiendo drogas”? ¿Fue algo tan pasajero como el regocijo de verlo romper récords una y otra vez? Para quienes no hayan estado al tanto, no, no lo fue. Hubo una gran difusión del tema, muchas veces siendo compartidas incluso bromas que tenían como fachada la noticia y que nos redireccionaban a lago completamente distinto, pero era tal el morbo, que incluso se compartían sin si quiera abrir el link, importando solo el título de la nota.
Si reflexionamos desde un punto de vista más personal, podríamos preguntarnos, en caso de que nos hayamos enterado de la noticia, ¿me interesó saber por qué lo hizo? ¿Qué estaba pasando con su vida en ese momento? ¿habrá existido algún factor coercitivo? El pensar en esto no es, de ningún modo, con el objetivo de solapar su acción, sino con el fin de hacernos recordar que también es humano.
Es en la última idea de donde surge todo el meollo. Ser atleta hoy en día, como cualquier figura pública, requiere que seamos robots, máquinas perfectas que no tienen lugar para error, pues serán presas del escarmiento público. Mientras todos estamos escondidos detrás de nuestros dispositivos y somos capaces de emitir opiniones sin que nadie nos censure (aplican restricciones), ellos no tienen la oportunidad de defenderse, pues muchas veces se enteran de todo hasta que ya está muy manchada su imagen.
Pensemos que los deportistas, además de ser perfectos en su deporte, se están viendo obligados a ser perfectos ante las cámaras, pues estamos a la espera de poder atacar.
Los invito entonces, para la próxima vez que tengan la oportunidad de atacar una figura deportiva, directa o indirectamente, si nosotros podríamos estar en su posición sin resbalar de vez en cuando.
Fuente original: http://atletasla.com/2016/12/15/las-redes-sociales-y-el-deporte-medio-de-difusion-o-amenaza-para-los-deportistas/
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