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Hay investigación que muestra que cuanto mayor es el rango de elección, la gente tiende a elegir menos, y en lugar de hacerlo, se quedan con aquello con lo que están familiarizados. Hubo un tiempo en el que encontrar un sensei de Karate dispuesto a enseñarte era difícil, pero con el crecimiento de las asociaciones de Karate, ya no es así, y ahora el mundo del Karate está repleto de grupos que enseñan todo tipo de estilos y métodos, y todos ellos se anuncian en busca de nuevos miembros.
Esta dificultad, encontrar demasiado donde elegir, es algo que el mundo comercial ha entendido desde hace mucho tiempo, y por eso la “marca” es tan importante para ellos. Entra en cualquier supermercado, por ejemplo, y verás una deslumbrante tira de artículos a la venta, pero cuando vas a comprar, ¡lo más probable sigue siendo que salgas de la tienda con las mismas marcas que siempre compras! ¡Y tú que pensabas que tenías libertad de elección!…
La manera en la que la mayoría de karatekas se involucran en Karate hoy, a través de las asociaciones de Karate, adopta esta idea de elección implícita, y la envuelve muy bien en cuentos esotéricos de budo, bushido, y maestros casi místicos de hace mucho tiempo. Pero si te paras a pensar un segundo, lo que empiezas a advertir es que, independientemente de qué “marca” (asociación) de Karate compres, lo más probable es que sigas adquiriendo un producto idéntico. Puede que el envoltorio sea un poco diferente, pero el contenido (experiencia) es casi siempre la misma. ¿Podemos seguir considerando el Karate algo empírico cuando las únicas experiencias disponibles son idénticas?
Si vas a aceptar responsabilidad de tu Karate, ejercer libertad de elección, o como diría Heidegger, “hacer tu propio camino”; no vas a encontrar estas posibilidades disponibles en una asociación de Karate. Porque nunca se establecen para propagar el arte del Karate; su objetivo siempre ha sido distribuir técnicas de Karate a una base de clientes que ya existe, y si es posible, hacer crecer esa base de clientes con la esperanza de obtener dominio de mercado. La manera de pensar en el hombu dojo de las asociaciones de Karate es idéntica a la que se encuentra en la sala de juntas de MacDonald’s, Coca-Cola, y Woolworth’s.
La velocidad con la que las personas pueden conectar ahora unas con otras sin duda ha mejorado el acto de comunicarse, pero el “arte” de la comunicación ha sufrido como consecuencia. Ahora la información a menudo se confunde con conocimiento, y el conocimiento se confunde con comprensión; exactamente igual que recorres los pasillos del supermercado creyendo equivocadamente que estás eligiendo libremente lo que deseas comprar, como miembro de una asociación de Karate, tras décadas de entrenamiento, no eres más libre de descubrir el Karate por ti mismo de lo que lo eras el primer día que entraste en un dojo.
El Karate no es un ejercicio intelectual, tampoco es una búsqueda meramente física; más bien, es una mezcla de entrenamiento físico desafiante, apoyado por la introspección consciente. A parte de palabrería, como miembro en regla de una asociación de Karate, no verás que se dedique mucho tiempo a reflexionar esas nociones. En lugar de ello, tu dependencia de la dirección de la asociación será alimentada con regulares ascensos de grado y de posición dentro del grupo; lo cual en mi opinión está bien, siempre que seas honesto sobre cómo son las cosas.
“Elección… Ejercer el poder para elegir alternativas”. Como miembro de una asociación de Karate con décadas de entrenamiento a tus espaldas, intenta decir eso en el hombu… ¡A ver qué les parece!
Fuente:
“Choice…how much do you really have?”
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Michael Clarke]
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