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En ocasiones la gente hace referencia a su método de Karate como tradicional, o como dento Karate. El término dento significa algo así como “transmisión controlada”. Debería estar claro que siempre ha habido unas pocas personas en la historia que controlan la transmisión del Karate.
Por lo tanto queremos aprender tanto como sea posible sobre estas personas para entender hasta qué punto los practicantes de hoy se ajustan a los métodos de sus ancestros, o, quizá, fallan al hacerlo.
Asato Anko, una figura importante en la genealogía de varios movimientos modernos de Karate.
No es fácil determinar las fechas de nacimiento y defunción de Asato Anko. Diferentes autores han sugerido diferentes años. Sakagami Ryusho (11) los ofrece como 1827-1906; Fujiwara Ryozo (5) afirma que son 1828-1906; y Iwai Kohaku (8) sugiere 1829-1909. Su discípulo, Funakoshi Gichin (1868-1957), escribió que Asato Anko alcanzó la edad de 80. Así que las tres posibilidades deberían considerarse potencialmente correctas. No obstante, se necesita más investigación.
Asato Anko no sólo vivía en la vieja aldea Asato situada entre Naha y Shuri, sino que era su jefe. Por derecho de herencia, asumió el rango de tonchi. Como tonchi, pertenecía a una de las clases sociales más altas en el Reino de Ryukyu2. Durante sus días de escuela, fue un destacado estudiante, y se volcó completamente en el estudio de los clásicos chinos. Posteriormente escogió Rinkakusai (Inusual y Puro)3 como seudónimo para sus composiciones y caligrafía.
Funakoshi lo describió como un individuo bastante alto con anchos hombros. El llameante brillo de sus ojos recordaba a Funakoshi antiguos guerreros (bushi).
Junto con Ishado Seiei, estableció los cimientos para la “Asamblea para la Igualdad Pública” (Kodokai), que fue disuelta más tarde por funcionarios en Tokyo. Entrando en el mundo político, llegó a ser Ministro de Estado durante los últimos años del Reino Ryukyu y trabajó para Sho Tai, quien tuvo que residir en Chiyoda-Ku, Tokyo a partir de junio de 1879. Sirvió allí durante más de trece años, viajando frecuentemente entre Okinawa y Tokyo. Estaba tan bien considerado en círculos políticos que llegó a ser amigo de Ito Hirobumi (1841-1909), el primer Primer Ministro de Japón.
Durante su vida Asato estudió varias disciplinas marciales. De Sekiguchi Genta aprendió arquería Heki-Ryu Bishu Chikurin-Ha. Uno de los instructores de Asato en equitación fue Megata Masachika. Megata dominaba el estilo europeo de montar a caballo, el cual adquirió de personal militar francés en Yokohama. Además, era el instructor de equitación del Emperador Meiji. Lo más importante para nosotros es que Asato empezó a aprender Jigen-Ryu Ken-Jutsu y Karate de Matsumura Sokon (5) a la edad de 18. Posteriormente desarrolló sus habilidades en Jigen-Ryu con el Maestro Ijuin, un profesor de Ko Jigen-Ryu. Para poder hacer eso, Asato tuvo que ir a Kagoshima.
Matsumura Sokon, cuyo nombre chino era Wu Ch’eng-Ta (Él, quien ha alcanzado perfección en las artes marciales) es todavía una figura semilegendaria. A través de los documentos de transmisión (densho) que dio a sus discípulos4, podemos adquirir cierta comprensión de su filosofía, pero sabemos poco de su estilo de Karate o sus profesores. En una entrevista en 1902, Asato, su alumno, explicó que Matsumura recibió lecciones del chino Iwa (en chino Wei-Pe5). Aparte de esta información, no se sabe prácticamente nada, sólo la imprecisa tradición de que Karate Sakugawa de Akata pudo haber sido uno de los mentores de Matsumura. Aún así esto no es más que tradición. Investigadores modernos como Fujiwara Ryozo y Iwai Kohaku6 han descubierto que Matsumura viajó con Sakugawa a Pekín, China. Allí, Matsumura continuó estudiando en “La Academia Imperial” (Kuo-Tzu Chien) donde Sakugawa había sido educado antes que él. Durante su estancia en Pekín, conoció a Iwa, supuestamente el profesor de artes marciales del palacio real.
Según Motobu Choki, el Karate de Matsumura contenía el kata Naihanchi (10). Otros dos katas que llevan su nombre son Matsumura no Passai y Matsumura no Seisan. Podemos suponer que practicó y enseñó los dos. Se dice que también estudió el kata Kushanku.
Como Matsumura era un adepto del Jigen-Ryu, conocía muy bien sus cuatro principios básicos. El número cuatro dice (7): “Escondiéndote detrás de la gente, ¡vuélcate en la práctica!” Extendiendo esta regla a su instrucción de Karate tuvo a su alumno Asato llegando temprano por la mañana (o tarde por la noche) a alrededor de la 1:00 y acabando la práctica al amanecer. Por consiguiente, cuando Asato enseñó a sus propios alumnos más tarde en su vida, siguió la misma regla.
Lejos de ser un artista marcial de salón, de vez en cuando Asato parecía haber probado sus habilidades en Karate contra armas, o armas de práctica. Una famosa historia implica a Kanna Yoshin de Onaka7. Kanna era no sólo un artista marcial con talento sino también un buen erudito. Majikina Anko (1875-1933)(3) señala, “Yoshin era versado en las enseñanzas japonesas y chinas.
El conocimiento enriquecía su vida.” Funakoshi escribe (3), “Entre sus puntos fuertes (los de Kanna) estaba especialmente orgulloso de su sable de madera (bokuto). Aún así, en aquella época uno contaba los maestros con los dedos (de una mano). Nunca golpeando a su oponente desarmado, el Maestro Asato, se dice que gritaba continuamente, ‘¡Ah! ¡Esto es infinitamente lamentable!’
No obstante, porque el Maestro Asato conocía su corazón bien, esto no significa necesariamente que el arte marcial de Kanna fuese particularmente inferior al compararlo con el del Maestro Asato.”
Hisataka Masayuki dibuja un escenario similar .
Esta vez, en 1867, Asato se enfrentó a Kirino Toshiaki (1838-1877), quien adoptó el nombre Nakamura Hanjiro tras la Restauración Meiji. También era temido como Hitokiri Hanjiro, o “El Verdugo Hanjiro”. Kirino era un adepto de la esgrima Yakumaru Jigen-Ryu y también se dice que había aprendido Ko Jigen-Ryu con Ijuin Kamoi desde los 15 años (7).
El último detalle nos ofrece un posible contexto para su combate. Dado que Asato estudió Ko Jigen-Ryu también, sería imaginable que se encontraran el uno al otro en el dojo Ijuin. Buscando refinar sus métodos de mano vacía, Asato pudo haber aprovechado la oportunidad. En la leyenda de Hisataka, Asato sale victorioso gracias a su altamente desarrollado trabajo de piernas y maniobras evasivas.
Fuente original:”Asato Anko – His Life, Teachings and Descendants”
Classical Fighting Arts Vol.2 No.14 (Issue #37)
Traducción al español: Víctor López Bondía [Con la autorización de Henning Wittwer]
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