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La fama de Matsumura atraía a jóvenes que querían aprender artes marciales y tuvo unos cuantos alumnos, como Ishimine, Kiyuna, Kuwae, Tawada, Azato e Itosu. En el sentido histórico Itosu fue el más importante. Los otros no fundaron sus propios estilos y poco se conoce de sus vidas o cualidades especiales.
Chosin Chibana solía contar una historia sobre Ishimine. Ishimine era 4 ó 5 años más mayor que Itosu. Era delgado y puede que sólo pesara unas 120 libras (~54’4 kg), pero tenía una técnica de patada muy fuerte y explosiva.
En cualquier caso, un día un hombre grande de unas 200 (~90’7 kg) libras llamado Tamanaha, queriendo probar a Ishimine, provocó una pelea con él. Atacó con un poderoso tsuki (golpe de puño) pero Ishimine bloqueó el ataque y contraatacó con una patada al costado de Tamanaha. Éste sufrió un colapso, fue reanimado por Ishimine, pero murió tres días más tarde. Eso es lo que dijo Chosin Chibana.
Tawada era un experto en el uso del sai y todavía tenemos su kata «Tawada-no-sai». Kuwae, un hombre alto con fuertes patadas, fue el último seguidor de Matsumura. Kiyuna era un hombre grande y fuerte con poderosas técnicas de golpeo. Desarrolló su potencia golpeando árboles, y practico los katas «Passai» y «Kushanku». Taro Shimabuku, que estudió con él cuando era un colegial, dijo que «El atemi (golpe) de Tanme Kiyuna era tan fuerte y lo realizaba de tal forma que un hombre pequeño como yo nunca podría seguirlo.» Él es probablemente el Maestro Kiyuna al que hacía referencia Gichin Funakoshi («Karate-do. My Way of Life»/Karate-do. Mi camino) como que era capaz de arrancar la corteza de los árboles.
Ankoh Azato fue el primer profesor de Gichin Funakoshi y por eso sabemos un poco más sobre él. Según Funakoshi, Azato no era sólo un maestro de te, sino experto en equitación, esgrima japonesa (Ken-jutsu), arquería, y un brillante erudito además. En apariencia era alto y ancho de hombros, con rasgos bien marcados. Era un juez astuto de otros artistas marciales y guardaba notas sobre los otros maestros del te okinawense. Fue Azato quien dijo a Funakoshi que un karateka debería considerar sus brazos y piernas como espadas.
Funakoshi también escribió que Azato, desarmado, en una ocasión derrotó al mejor espadachín de Okinawa, Yorin Kanna, «un hombre enorme y musculoso con grandes y abultados brazos y hombros». La historia de Funakoshi es que Kanna atacó con una espada (una katana presumiblemente) al desarmado Azato pero Azato evadió el ataque y doblegó a Kanna de rodillas. Pero yo dudo que sucediese exactamente así; personalmente no daría mucho por las posibilidades de cualquier karateka contra un espadachín armado con una afilada katana (la más larga de las espadas japonesas).
Gichin Funakoshi también hizo referencia a una ocasión cuando alguien le preguntó a Azato sobre el ippon-ken (puño de un nudillo). Le dijo a quien hizo la pregunta que intentara atacarle. Cuando lo hizo Azato bloqueó el golpe y contraatacó con un golpe de ippon-ken con una velocidad que dejó a Funakoshi estupefacto. Afortunadamente para el interrogador, Azato detuvo el golpe justo antes del contacto.
Quizá a Ankoh Azato le gustaba el ippon-ken porque figura en otra historia sobre él. Una vez a los hombres jóvenes de su aldea les dio por intentar probar su capacidad para la lucha saltando sobre transeúntes por las noches y atacándolos. Azato estaba tan preocupado sobre esto que una noche se puso ropas ordinarias de andar y salió a pasear por la calle. Como era de esperar, fue atacado repentinamente mientras caminaba. Inmediatamente golpeó al atacante en la frente con ippon-ken. El hombre se tambaleó hacia atrás, y después salió corriendo.
A la mañana siguiente Azato reunió a todos los hombres jóvenes de la aldea, pero faltaba uno. Lo encontraron en su casa, con un gran hinchazón en la frente. Se sorprendió al averiguar que el hombre al que atacó era Azato, y nunca intentó nada parecido de nuevo.
Quizá no nos vendrían mal hoy unos cuantos Ankoh Azato…
Fuente original:
«Masters of The Shorin-ryu»
Traducción al español: Víctor López Bondía [Con la autorización de Graham Noble]
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