Un lugar para el karate deportivo, karate de dojo, arbitraje, entrenadores, atletas, historia, filosofía, técnicas , tradiciones y educación física .
¿Es posible construir Karate para el futuro?
Cuando estás construyendo para el futuro el Karate, ¿qué aspecto tendría ese futuro? Tú en la cima quizá, con otros siguiéndote o detrás de ti. O quizá tú no estés en lo más alto, pero lo suficientemente alto como para poder vivir de otros que… vienen detrás. Bueno, si no estás en la cima, ni siquiera cerca de ella, te contentas mientras tengas a un grupo que… sí, lo has adivinado, continúan siguiendo por detrás. ¿Puedes construir algo que merezca la pena, sin tener a otros que te sigan?
El problema de querer seguidores es el siguiente: empiezan a definirte. Empiezan a darte forma a su gusto, hasta convertirte en el tipo de profesor que quieren que seas. Y como has llegado a depender de ellos para vivir, empiezas a obedecer. Por supuesto, es algo progresivo, esta aceptación de la diversidad es un problema serio para el Karate. Es la razón por la cual hay tantos karatekas hoy que nunca entrenan con kigu, que nunca practican solos, y que no saben por qué hacen lo que hacen, sólo que alguien les ha dicho que lo hagan.
En el Shinseidokan, los alumnos saben desde el primer día que no soy su “maestro”, de hecho, casi que ni siquiera su profesor. Siguiendo el manual de mi sensei, mi trabajo es ayudarles a permanecer en el camino correcto, sin llegar a perderse demasiado, ni durante demasiado tiempo, pero descubrir el Karate por ellos mismos es cosa suya. Señalo hacia dónde podrían mirar, ¡pero no les digo qué deberían ver! Se reconoce el progreso, pero nadie hace un examen de grado. Aun así, los alumnos pueden demostrar su comprensión del Karate junto a otros de fuera del dojo que han tomado un camino más parecido.
Mi objetivo, como a menudo bromeo con los alumnos, ¡es librarme de ellos! Verles llegar a un punto en el que ya no me necesitan. En lo que respecta al Karate, mi única conexión con los alumnos es la que ellos quieren tener conmigo.
Aparte de practicar juntos, somos buenos amigos que nos apoyamos los unos a los otros. No somos una “familia”, no socializamos mucho, pero somos una comunidad que, si hace falta, se reúne en un instante. No tengo ni idea de cómo será el Karate que evolucione a partir del Shinseidokan en el futuro. Yo planto semillas y las riego lo mejor que puedo, otros tendrán que recoger la cosecha.
Nadie que lea esto debería engañarse a sí mismo, Es un regalo que se da libremente para que tu tiempo como guardián del Karate no haya sido desperdiciado en una ambición personal cuya promesa proporcionó mucho menos de lo que tú esperabas.
Fuente:
“Building for the future…”
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Michael Clarke
Para comentar debe estar registrado.