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Cuando empiezas a entrenar Karate o Kobudo aceptas la autoridad de tu sensei sin cuestionar. Como buen estudiante, escuchas su consejo y sigues sus directrices lo mejor que puedes. Haces todo esto manteniendo el sentido de ti mismo; dándote cuenta de que aunque tu sensei te señala el camino a seguir, depende de ti hacer el viaje. Para algunos, el papel de estudiante es demasiado, y en cuanto pueden, escapan para representar el papel de profesor.
Al hacerlo, a menudo confunden el papel de liderazgo con el de propiedad.
He visto este error una y otra vez en mis más de tres décadas y media de entrenamiento de Karate. Pues del mismo modo que es la obligación del estudiante seguir el ejemplo fijado por su profesor, es la obligación del profesor ser un buen ejemplo para sus estudiantes. Desafortunadamente, una vez que entran en juego los intereses comerciales, el profesor no tarda mucho en descubrir que hay un conflicto constante entre hacer lo correcto para su negocio, y hacer lo correcto. Todavía no he conocido a un solo profesor comercial de Karate o Kobudo que haya abandonado sus intereses comerciales en favor del Budo… ¡Ni uno!
El compromiso que aceptas cuando decides que tus alumnos te sustenten, en lugar de ocuparte de esa parte de tu vida por ti mismo, te aparta de los principios del Budo; y sea como sea que trates de explicar tu situación, todo el mundo tiene claro que tus palabras y tus acciones están en constante contradicción. ¿Es realmente esa, manera de vivir para un adulto? La gente que vive de enseñar Karate Goju-ryu está en conflicto directo con los principios del fundador del sistema, Chojun Miyagi sensei, conocido por advertir a sus estudiantes en contra de comprometerse a sí mismos de esa manera con su severa advertencia: “¡No comas del Karate!”.
Que algunos individuos puedan ignorar tal advertencia del fundador del Karate que están vendiendo a otros, habla de su carácter, o falta del mismo, y de la confusión que sufren por considerar liderazgo y propiedad. El Karate, como el Kobudo, no es tuyo para venderlo, así que, ¿por qué engañar a la gente para que piensen que pueden comprarlo? Si practicas tu arte marcial con sinceridad, entonces la integridad está asegurada. Una vez tienes eso, tienes algo digno de búsqueda por parte del estudiante, y algo que merece la pena ser transmitido por el sensei.
Fuente:
“Assumed Authority”
Traducción al castellano: Juan Luis Cadenas de Llano Bajo [Con la autorización de Michael Clarke]
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