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“Levanta cosas correctamente, golpea cosas con cuidado.”
Mike Clarke
La máxima anterior debería estar claramente presente en tu mente al emprender el estudio del hojo undo tradicional okinawense. Encuentra tu límite con cada herramienta y ejercicio, y entonces, metódicamente y con cuidado, empuja ese límite cada vez más lejos. Al hacerlo aprenderás mucho sobre ti mismo y sobre quién eres en realidad.
Los siguientes ejercicios de calentamiento o junbi-undo son ejercicios preparatorios. Vea también la Parte 1 para encontrar ejercicios adicionales (del 1 al 3) y formas de centrar la mente en una parte del cuerpo en particular.
Junbi-Undo 4
Coloca los pies juntos con los talones tocándose y los dedos de los pies separados formando una V con los pies (musubi-dachi). Dejándote caer hacia delante, las manos se colocan sobre las rodillas, donde se transmite un poco de presión para empujarlas hacia atrás (Figura A). En ese momento, asegúrate de que los dedos de los pies, especialmente el dedo gordo, permanecen firmemente sobre el suelo, agarrándolo. El dedo gordo nos proporciona la capacidad de mantener adecuado equilibrio, y una fuerte conexión con el suelo a través de este dígito en particular es por lo tanto esencial.
Dobla las rodillas y deja caer el cuerpo hasta una posición agachado, manteniendo la espalda recta y las rodillas hacia fuera y hacia los lados al abandonar los tobillos el suelo (Figura B). Permanece en esta postura durante unos pocos segundos antes de regresar a la posición inicial. El agacharse y ponerse de pie se repite al menos diez veces, y se debería tener cuidado de no sobre extender la articulación de la rodilla dejándose caer demasiado rápido a la posición en cuclillas. Las manos permanecen sobre las rodillas durante todo el ejercicio.
Junbi-Undo 5
En la última repetición, mantén la posición agachado durante al menos treinta segundos. Empuja las rodillas abriendo hacia atrás, y mantén la espalda recta: ahora cierra los ojos. Después de treinta segundos, abre los ojos y levántate. Este ejercicio ayuda a desarrollar equilibrio mientras se fortalecen los dedos de los pies y es exactamente la postura (posición) requerida en el kata Goju-Ryu Kururunfa. Hacia el final del kata, se realiza un giro de 180 grados que lleva al karateka a musubi-dachi (posición en forma de V) antes de dejarse caer inmediatamente a koshi-dachi (posición agachado, sobre el balón del pie). En el kata, esta posición facilita una técnica de proyección.
Shiko-dachi – Posición baja
Al moverse en shiko-dachi (posición baja), es importante no inclinarse primero con los hombros ni simplemente girar una pierna alrededor de la otra. Aunque hay algunas ocasiones en las que se usa un giro, es específico de las técnicas que se están ejecutando. Moverse incorrectamente en relación a la técnica que estamos intentando hacer resta control, y la pérdida de control dificulta nuestra capacidad de influir en el resultado adecuadamente, además de la oportunidad de adaptarse si fuera necesario. En este caso, el cuerpo debería permanecer erguido mientras las piernas se encargan de transferir el peso cuando la pierna que “da el paso” empuja el peso hacia la pierna “soporte” antes de moverse rápidamente hasta su siguiente localización.
El resultado de moverse de una postura a otra, independientemente del método que se utilice, debería ser predecible y no dejarse nunca a la suerte. Junto al mal control de nuestro cuerpo viene una capacidad más limitada de controlar a otra persona. Es importante recordar que en el núcleo del entrenamiento de Karate está el reto de controlarnos a nosotros mismos primero. Esto es refiere a nuestra mente además de a nuestro cuerpo, y quizá aporta luz sobre la razón por la cual el completo dominio del Karate es un logro alcanzado por muy pocos.
Junbi-Undo 6
Colócate en shiko-dachi (posición baja) y sitúa las manos en la parte interior de los muslos, cerca de las rodillas. Deja caer el hombro derecho hacia delante, gira la cabeza suavemente, y mira hacia la izquierda (Figura A). El brazo derecho ahora empuja la pierna derecha hacia atrás mientras que el brazo izquierdo evita que la pierna izquierda se mueva hacia delante. De nuevo, asegúrate de mantener los dedos de ambos pies agarrando con firmeza el suelo a lo largo de todo el ejercicio.
Debería sentirse el estiramiento a lo largo de la parte superior del interior del muslo y debería mantenerse durante varios segundos antes de cambiar y repetir por el lado opuesto del cuerpo (Figura B).
Junbi-Undo 7
Desde shiko-dachi, desliza ambos antebrazos hacia abajo por el interior de las piernas hasta que los codos estén ligeramente por encima de las rodillas. Presiona por igual ambas piernas para empujarlas separándolas. Con los dedos de los pies agarrando el suelo, mantén el pecho arriba, tan erguido como sea posible, para maximizar el estiramiento de las piernas. Mantén la posición durante al menos diez segundos.
Un oportuno recordatorio aquí: todos los estiramientos deberían hacerse con cuidado y nunca aceleradamente. Independientemente de lo flexible que puedas ser, nunca te dejes caer o salgas de un estiramiento rápidamente. Ejecuta estas acciones siempre despacio y metódicamente, y cuida tu cuerpo.
Junbi-Undo 8
Inclínate sobre la pierna derecha y mantén la pierna izquierda estirada hacia fuera, con todo el pie plano sobre el suelo (Figura A). Coloca las manos sobre las rodillas e intenta mantener una imagen de los gemelos siendo estirados por la postura. Sin levantar el cuerpo, cruza hacia la pierna opuesta, no inclinando, sino aislando los músculos de las piernas y haciendo que la pierna doblada mueva el peso del cuerpo hacia el otro lado de la forma más equilibrada posible. La idea es reconocer el intercambio de la masa corporal de una pierna a la otra. Esta “sensación” es necesaria en muchos kata de Goju-Ryu, pero particularmente en el kata Seiyunchin. Mantén la postura en cada lado durante varios segundos antes de cambiar de nuevo de forma continua. Diez repeticiones por ambos lados proporcionan un buen entrenamiento para las piernas.
Continuando directamente desde los ejercicios anteriores, deja caer el cuerpo hasta una posición más baja (agachado) y permite que el pie de la pierna estirada apoye sobre el talón con los dedos apuntando hacia arriba, mientras mantienes el pie de la pierna flexionada plano sobre el suelo (Figura B). Ahora el estiramiento se ha trasladado desde la pierna inferior a la superior y con el centro de gravedad más bajo interviniendo, la sensación de transferir tu peso aumenta; hacer el ejercicio correctamente fortalece las piernas.
Michael Clarke, Kyoshi 7ºDan, Goju-ryu okinawense, ha entrenado en Karate desde 1974. Ha escrito más de doscientos artículos para revistas internacionales de artes marciales, y es el autor de tres libros. Empezando como un joven “luchador de la calle” en Inglaterra, hasta convertirse en un disciplinado estudiante de budo en Okinawa, Clarke enseña con entusiasmo Karate Goju-ryu tradicional en su dojo cerca de Launceston Tasmania, Australia.
Fuente:
“About Junbi Undo” [ Part 1 | Part 2 ]
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Michael Clarke]
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