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El Kata Kanku/Koshokun
La imagen de salida con las manos extendidas formando un triángulo y el sol entre medias. Su significado (Mirando al sol) da mucho juego para esta imagen, con el karateka a contraluz y el ocaso entre las manos…
Seguro que muy pocos han pensado que relación puede existir entre esa posición de salida y una aplicación “realista”, es decir, en una supuesta pelea o lucha real. Y, supongo, que más allá de la plasticidad de la imagen mental no han encontrado muchas más.
Bien, es sabido (está escrito en el “Libro de los Cinco Anillos”) que quien ocupa una posición con el sol a la espalda tiene cierta ventaja si lo sabe usar estratégicamente; pues este movimiento, esta posiciónl, fué ideada para eliminar, precisamente, esa ventaja posicional y las manos (una de ellas) se utiliza para tapar el sol que da en la cara permitiendo ver al adversario y revertir la situación.
El Kata Unshu
El movimiento de salida, se ejecuta parsimoniosamente, consiste en juntar las manos en el pecho para después extender los brazos. Se suele recrear este movimiento, ejecutándolo muy lentamente, el siguiente que se ejecuta vigorosamente dando un contrapunto muy estético y plástico.
Al igual que en el anterior, apuesto a que existen millones de interpretaciones pseudo místicas de este movimiento, más aún cuando el significado del nombre es “Mano tormentosa”. La realidad es mucho más prosaica: La vestimenta tradicional japonesa es el Kimono, una prenda con las mangas muy anchas, el movimiento consiste en meter las manos por las mangas, llevarlas hasta el pecho (donde se pliega la prenda) y al abrirlas, abrir el vestido para dejarlo caer y que no estorbe en la lucha.
La eterna división Pinan-Heian
Esta más que falsa polémica está basada en un sinsentido. A veces se sostiene que “Pinan” son más tradicionales y las “Heian” modernas. Paparruchas.
Las dos utilizan los mismos kanji, por tanto son la misma palabra con el mismo significado: Paz y Tranquilidad, creadas precisamente para “calmar la ansiedad” del principiante, ya que el sistema antiguo partía de Kata más avanzadas y con más dificultad técnica. La diferencia de nomenclatura es, ni más ni menos, que una diferencia de dialecto: Pinan es Heian en dialecto okinawense (Okinawa-ben).
Es sabido, ya que así lo escribió el propio Gichin Funakoshi, que al introducir el Karate en Japón, empezó a utilizar los nombres de los Kata en el “japonés estándar”, cambiando las denominaciones okinawenses. La razón no la dice, personalmente opino que se debió a razón de marketing, dado que en aquella época imperaba el ultranacionacionalismo japonés y se tendía a considerar Okinawa como una provincia (prefectura) “de segunda” debido a su pasado chino (actitud que ha sido mantenida residualmente hasta no hace mucho)
La lista puede ser interminable… El debate que se mantiene sobre “tradicionalismo”, “modernidad”, “deporte”, “arte marcial”… es absolutamente falso e infantil. El Budo ya no es un arte marcial en el sentido estricto de la palabra, puesto que la marcialidad es una característica militar, castrense. Dentro de los ejércitos se ejercitan “Artes Marciales”, para la lucha cuerpo a cuerpo en situaciones de guerra y donde un error conlleva la muerte, tal y como fué en los orígenes del Budo.
Hoy, aunque nos pese más o menos, no deja de ser un “camino” personal, una opción de la que cada quien extrae lo que más le apetezca, desde un cinturón negro con el que impresionar a las amistades (esa manida frase de: no habrá quien se meta contigo) o al sexo opuesto, una forma de pasar el rato, un deporte o una subliminal forma de Cosplay (término que usan los aficionados al Manga y Anime para referirse a disfrazarse de sus héroes o personajes favoritos) o dicho en lenguaje actual: una forma de frikismo.
Es decir, el Budo está cambiando, nos guste más o nos guste menos y no hay otro remedio que adaptarse. De “Arte Marcial” ha pasado a ser una afición que cada quien pinta de un color u otro. Así que, propongo, que nos dejemos de debates sin sentido y cada quien profundice en lo que más le gusta, que aquellos a quienes “les va la marcha” y quieren ponerse en forma, lo hagan, ya que no hay nada malo en ello. Que quienes desean investigar sobre las técnicas originales se dejen fascinar por ese mundo y quienes quieran lo estudien desde el punto de vista deportivo, para alcanzar la perfección técnica.
Aquí es donde, precisamente, reside su grandeza: el Budo admite todos y cada uno de los puntos de vista… porque como decía alguien… “La Verdad… varía
Autor: El cuervo (Karasu 烏) es Cayetano A. Sanchez
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