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A veces, debido al trato diario, amistad mal entendida, exceso de confianza o simplemente por desconocimiento, el Reigisaho, o normas de conducta en el Dojo, es mal entendido y peor utilizado. Ejemplos claros de esto son el no saber comportarse en un tatami, relajar los modales, no guardar la compostura adecuada, la falta de puntualidad en la clase y la falta de seriedad y responsabilidad en la práctica.
Estas malas actitudes degeneran en una falta de respeto y consideración hacia el Sensei, hacia los compañeros y hacia uno mismo. Son situaciones poco deseables que pueden derivar en dejadez, informalidad y adulteración de los valores del Budo. Por ello, los alumnos deben entender que, aunque a veces el Sensei no les llame la atención de una manera directa o explícita, eso no quiere decir que el comportamiento incorrecto del alumno le pase inadvertido o no le conceda importancia.
Por ello, los alumnos más avanzados (Sempais) deben guiar, aconsejar y corregir a los principiantes (Koohai) para que éstos no se confundan de actitud. Además, se debe enseñar a los neófitos que después de muchos años de práctica es normal que los más veteranos obtengan pequeños privilegios o licencias para con el Sensei, aunque esto conlleva también un gran compromiso hacia él y obligaciones hacia la práctica.
La forma correcta de dirigirse a un Sensei es inclinarse respetuosamente al realizar el saludo (rei), que él nos devolverá solícitamente. Cuando él pregunta si se ha entendido una explicación, para responder afirmativamente se pronuncia el vocablo HAI, el cual es una especie de muletilla que sirve para afirmar, saludar, manifestar agradecimiento, etc.
Otro componente importante en el Reigisaho son los saludos (rei), que, lejos de ser manifestaciones de sumisión de los alumnos menos avanzados, como se interpreta con frecuencia, son unas excelentes normas de cortesía, respeto o agradecimiento, y también actúan fomentando y favoreciendo la atención y actitud adecuadas.
Cuando estamos frente al umbral del Dojo (tatami) y la clase aún no ha comenzado, es decir, cuando llegamos con puntualidad, debemos saludar hacia el Kamiza, lugar de honor destinado a las fotografías de los fundadores del arte o estilo. Este saludo es una muestra de agradecimiento hacia los fundadores del arte y a su vez nos recuerda la humildad y sencillez que debe poseer el practicante. Si la clase ya ha comenzado nos situaremos en un lugar en donde el Sensei pueda vernos, sentados en seiza, o de pie es la costumbre, y esperaremos su autorización para después realizar el saludo al Kamiza y al Sensei. A continuación nos colocaremos en el lugar del Dojo en el que menos se interrumpa y procederemos ha hacer ejercicios de calentamiento en silencio y sin interferir en la clase. Una vez terminado nuestro calentamiento nos dirigiremos al Sensei con el preceptivo saludo y nos incorporaremos a la clase.
Existen otros aspectos tales como la jerarquía “Sensei-Sempai-Kohai”. Sempai viene a significar “hermano mayor”, y su misión es la de colaborar con el Sensei, ayudando y aconsejando a los más principiantes en la práctica del arte. Kohai es indicativo de los alumnos principiantes o de menor grado. Los Sempai son de mayor rango según su antigüedad o grado, aunque puede darse el caso de que un Sempai deje de examinarse de “Dan”, por causas ajenas a su voluntad o bien por motivos justificados. En este caso, si el Sempai continúa practicando de una manera sincera y exigente consigo mismo, tendrá más rango que otros alumnos que hayan sido promocionados más rápidamente con menos tiempo de práctica, y será tratado con la misma categoría que sus contemporáneos o compañeros de promoción. De todas formas, éste es un asunto delicado y en caso de dudas el Sensei dará su criterio tras reflexionar.
En cuanto a la actitud de los saludos (rei):
El saludo debe ser sincero, pues de lo contrario es mejor no hacerlo. Aunque sincero y humilde, el saludo no ha de estar desprovisto de la máxima atención, ya que en el Budo nunca se baja el nivel de alerta. También, es una buena costumbre que al terminar un ejercicio con un compañero, a la vez que realizamos el saludo le demos las gracias verbalmente (domo arigato).
Fuente: KarateBCN
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