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La ausencia del kárate en los Juegos Olímpicos de París 2024 conmocionó a los aficionados, a los atletas y a la comunidad deportiva mundial. Ahora que los Juegos han terminado, está claro que su exclusión de los Juegos de París 2024 es una sorpresa aún mayor, dado el exitoso debut de este deporte en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde cautivó los corazones de millones de personas.
Un estudio realizado por el Instituto de Investigación e Información en Ciencias Sociales (IRIS) reveló que el kárate alcanzó una audiencia neta de 48,4 millones de espectadores en los 19 mercados analizados durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. IRIS, una agencia de investigación líder en el mercado, consideró este alcance un «éxito», subrayando la capacidad del karate para atraer y comprometer a una audiencia diversa y global, en su primera aparición olímpica.
Apoyando aún más el buen rendimiento del kárate en los Juegos Olímpicos, un estudio de Publicis Sport & Entertainment (PSE) situó al kárate en la media de todos los deportes olímpicos durante los Juegos de Tokio 2020 en términos de audiencia media y consideración de deporte favorito entre el público general en 83 territorios. Además, el estudio destacó que el kárate obtuvo mejores resultados que la media de todos los deportes olímpicos durante los Juegos de Tokio en cuanto a búsquedas en Internet y consideración de deporte favorito entre el público más joven, lo que demuestra su atractivo para la próxima generación de aficionados al deporte.
Por último, un exhaustivo estudio de Nielsen Sports encargado por la WKF puso de relieve que el kárate superó a otras disciplinas olímpicas de artes marciales en mercados clave como Francia, Estados Unidos y Japón. Este deporte no solo atrajo a un mayor número de aficionados de base e interesados durante los Juegos Olímpicos de 2020, sino que también registró una mayor audiencia media por retransmisión en estas regiones, lo que demuestra aún más su potencial como deporte olímpico destacado.
A la luz del notable éxito del kárate en los Juegos de Tokio 2020, donde varios estudios subrayaron su gran audiencia y atractivo mundial, la decisión de excluir el kárate de los Juegos de París 2024 ha sido aún más desconcertante, si cabe, ya que esta exclusión se produjo antes de que el deporte tuviera la oportunidad de demostrar plenamente su potencial olímpico. Si el kárate hubiera tenido la oportunidad de participar por segunda vez en unos Juegos Olímpicos, sin duda habría aprovechado el impulso de Tokio 2020, elevando su estatus y consolidando su lugar como deporte destacado en el escenario más grande del mundo.
Fuente: WKF