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El fin, el objetivo principal, del estudio y la práctica del Karate-do es la formación de personas integras, virtuosas, solidarias, altruistas y moralmente activas. Por lo tanto, esta disciplina, enseña al practicante a fortalecer y perfeccionar sus cualidades internas: éticas, morales y emocionales, al tiempo que su fuerza y agilidad física. La correcta forma de actuar es el reflejo de un espíritu virtuoso.
De esta forma, existen ciertas directrices morales (valores) que son innatas a la práctica del Karate-do. Ya el Maestro Anko Itosu señaló diez preceptos necesarios para conseguir los objetivos señalados en sus enseñanzas.
1- La finalidad del Karate-Do no es la de constituirse un cuerpo robusto, sino la de ponerlo al servicio de una causa justa. En el entrenamiento, hace falta practicar como si estuviéramos frente a varios adversarios para combatir. Pero si tienes una disputa con un ladrón o un agresor, evita herirle gravemente tocándole en un punto vital.
2- En Karate hace falta entrenarse regularmente para forjarse un cuerpo fuerte, endurecer los miembros hasta el punto de volverlos tan potentes como un arma. Trabajando el Karate, y animándole a crecer en la escuela primaria, un joven llegaría a la edad adulta en la cima de su condición física. Este mismo entusiasmo es aplicable a otros objetivos, a otras Artes Marciales.
3- “¡Dese prisa lentamente!”. El Karate no se puede aprender rápidamente. De una a dos horas de entrenamiento diario durante tres o cuatro años, le formará un cuerpo de una robustez y una fuerza inigualables en un no practicante.
4- En el Karate el entrenamiento de las manos y los pies es importante, así que uno debe entrenarse a conciencia en el makiwara. Para ello, dejad caer los hombros, abrid los pulmones, retened vuestra fuerza, agarrad el suelo con los pies y hundid vuestra energía en el bajo abdomen. Practicad usando cada brazo cien o doscientas veces cada día.
5- Cuando se practican las posiciones del Karate, aseguraos de mantener la espalda recta, bajar los hombros, poner fuerza en las piernas, permanecer firmes y concentrar la energía en el bajo abdomen.
6- Los katas (y técnicas) deben trabajarse con perseverancia para dominar cada técnica y saber aplicarla en el momento oportuno. Los movimientos que componen un Kata ocultan métodos de autodefensa, invisibles, que serán transmitidos en su mayor parte oralmente, por el maestro.
7- Antes de trabajar un Kata, distinguir las técnicas enfocadas a fortalecer el cuerpo de aquellas que son para su “estudio”.
8- Entrenarse a permanecer con los ojos llenos de furia, los hombros bajos y el cuerpo listo para reaccionar le asegura una victoria con pleno dominio en caso de un verdadero combate.
9- Conocer y respetar sus límites. Entrena prudentemente.
10- Está ampliamente demostrado que la práctica regular del Karate procura una longevidad excepcional, el cuerpo se desarrolla armoniosamente, el aparato digestivo funciona mejor y la circulación sanguínea mejora. Por todas estas razones, sería conveniente se introdujera en la Escuela Primaria, en las bases de la educación física el desarrollo de la enseñanza del Karate.
No obstante, y siguiendo las enseñanzas de sus maestros, el Maestro Kenwa Mabuni desarrolló una serie de conceptos básicos, a modo de preceptos morales, que todos los practicantes de Shito-Ryu deben tener en cuenta para logar el fin último de su práctica.
El lema principal que enseñó Mabuni sensei tiene que ver con “la disciplina noble”, que él definió como Kun-shi no ken, o lo que es lo mismo “puño de caballero”, y que representa el deber de concentrarse en el cultivo de una persona autónoma para convertirse en un ser respetuoso, ejerciendo las buenas maneras en cualquier situación con autodisciplina y respeto, asumiendo su responsabilidad por las acciones propias, manteniendo la integridad propia y ajena, además de ser un ejemplo a seguir para los demás.
Para conseguir este fin, señaló una serie de indicaciones a desarrollar, glosadas en:
Las “Cinco Direcciones del Espíritu Shito-Ryu” o Go Do Shin:
Hitotsu: Shoshin wasureru nakare.
PRIMERO: Determinación. Nunca olvidar el espíritu de principiante.
Hitotsu: Do toku reigi okutaru nakare.
PRIMERO: Moralidad. Nunca descuidar la cortesía y la etiqueta.
Hitotsu: Hatten doryoku okutaru nakare.
PRIMERO: Desarrollo. Nunca descuidar el esfuerzo.
Hitotsu: Jo shiki kakeru nakare.
PRIMERO: Sentido común. Nunca perder el sentido común.
Hitotsu: Heiwa midasu nakare.
PRIMERO: Paz. Nunca perturbar la armonía.
Estas indicaciones están influidas por el Dojo Kun o “Las Reglas del Dojo” (lugar de práctica), que se han ido transmitiendo desde los primeros maestros de Karate a los presentes, generación tras generación, desde los más antiguos bushi (guerreros) de Okinawa.
Hitotsu: Jinkaku keisei ni stomeru koto.
PRIMERO: Mejorar la personalidad.
El camino es muy largo, con toda probabilidad nos ocupara toda la vida. Este trabajo está en el día a día y la sala de entrenamiento ocupa un lugar muy importante, pero todo lo que hagamos en el Dojo debe ser continuado en todas partes. Por eso deberíamos entrenar y vivir el día de hoy como si el mañana no existiera, y aprender todo lo que podamos el día de hoy como si fuéramos a vivir toda la vida.
Hitotsu: Makoto no michi omamoru koto.
PRIMERO: Lealtad y fidelidad.
Literalmente se traduce como “guardar el camino fielmente” o lo que es lo mismo obrar siempre con corrección, justicia y moralidad. O también se puede interpretar como búsqueda del sentido de la vida. El camino del “guerrero”.
Hitotsu: Dorioku no seishin o yasinau koto.
PRIMERO: Esfuerzo y constancia.
El camino como sabemos es largo y en muchas ocasiones será difícil, pero es justo en esos momentos complicados, en que pensamos en abandonar cuando más debemos esforzarnos para superar las dificultades. Porque sabemos positivamente que si continuamos en la vía correcta llegaremos al destino que nos hayamos marcado.
Hitotsu: Regi o omonjiru koto.
PRIMERO: Respetar a los demás.
Esta forma de comportarse no se refiere únicamente al Dojo, sino que debe ser un todo con nuestros padres, profesores, compañeros, vecinos, con la sociedad en general, y además respetarnos a nosotros mismos, no poniéndonos en situaciones de peligro, ni siguiendo atajos para llegar al final, siempre el camino correcto, la vía marcada.
Hitotsu: Keeki no yu o mashimeru koto.
PRIMERO: Reprimir la violencia.
Tal vez este sea el precepto más fácil de lograr puesto que cuando cada día practicas karate y sufres en tu cuerpo los rigores del entrenamiento y la dureza de los golpes, lo que más deseas es la paz, la no agresividad, el dejar pasar las provocaciones y demostrar que eres una persona educada, respetuosa, que no causa problemas, y que está orgullosa de su trabajo, de su entrenamiento, de su forma de ser, mostrándose como le enseñan en su escuela de karate.
Además, el Maestro Mabuni, nos advirtió de “Las Tres Debilidades de las Artes Marciales” o Heijutsu no Sanbyo:
Hitotsu: Giryo.
PRIMERO: La duda. Escepticismo.
Hitotsu: Ketai.
PRIMERO: La pereza. Negligencia.
Hitotsu: Manshin.
PRIMERO: La vanidad. Arrogancia.
Además de todo lo mencionado anteriormente, en sus enseñanzas, Mabuni sensei, nos señaló la forma correcta de la “Formación de la Mente y el Espíritu” o Shuren no Kokoroe:
Hitotsu: Kihon o wasureru na.
PRIMERO: Recordar los elementos básicos de Karate-Do.
Hitotsu: Shisei o tadashiku seyo.
PRIMERO: Tener una actitud y posición correcta.
Hitotsu: Doosa wa jinsoku ni seyo.
PRIMERO: Rapidez de acción.
Hitotsu: Chikara o saida ni hakki seyo.
PRIMERO: Maximizar las posibilidades.
Hitotsu: Manshin suru na jishin o mote.
PRIMERO: Mostrar confianza en uno mismo.
Hitotsu: Renma o tayasuna.
PRIMERO: Una formación constante y estar siempre entrenado.
Hitotsu: Jibun de kufuu seyo.
PRIMERO: Confiar en uno mismo.
También, utilizó la máxima Ukete wa Ichite, que se puede traducir por “Las manos que defienden son las manos que atacan”, o “La defensa es el primer ataque”, tomando los conceptos de defensa y ataque como principios estratágicos:
Otra máxima, Karate wa karada no kawashi te no sabaki, diciendo “El espíritu del Karate está arraigado en la motricidad, el movimiento corporal, y en el de la mano”. Una defensa debe efectuarse de tal manera que por su vigor y eficacia pueda hacer desistir al adversario de realizar un segundo intento.
Para finalizar, el maestro Kenwa Mabuni insistía en que el sistema debía tener “Yo-Ryu-Bi”. “La técnica debe de ser útil (Yo), tener ritmo y fluidez (Ryu), y con esta combinación nace la belleza (Bi)”. El Maestro Kenwa Mabuni persiste en aplicar estos principios, e insiste en que tienen que ser visibles no solamente para un experto, sinó también para un no iniciado u observador casual.
Autor: Escuela de Karate Tradicional Carlos Fernández ( España)
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me gusto la parte filosofica…..