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Si en nuestra cultura es tradicional comerse las uvas en la Nochevieja, en Japón son 108 campanadas las que suenan en los templos budistas a la medianoche.
Las 108 campanadas de los templos budistas o el ritual del joya no kane (除夜の鐘) simbolizan los 108 pecados terrenales y humanos (de pasiones y deseos) de la tradición budista de los que todo hombre debe deshacerse al comienzo del nuevo año para poder así avanzar en su ciclo de sufrimiento y reencarnación.
Así pues, con el sonar de las 108 campanas, los japoneses creen que los pecados del año anterior se olvidarán y podrán comenzar el año nuevo completamente “limpios”, una metafórica purificación de los pecados acumulados en el año anterior.
Además de escuchar las campanadas, es tradición realizar los ritos de purificación y oración típicos de una visita a un templo budista, como por ejemplo ‘bañarnos’ en el humo del incienso que encendamos y rezar dando tres palmadas.
Uno de los mejores sitios desde donde disfrutar de las 108 campanadas budistas del Año Nuevo es el templo Chion-in en Kioto. Su campana, de 1633, es la de mayor peso de todo Japón (74 toneladas, ni más ni menos) y se necesitan 17 monjes para que suene correctamente durante el ritual budista de Año Nuevo.
Y como para muchos es difícil estar en el templo Chion-in la noche de fin de año, ver este vídeo:
Laura / Japonismo
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