CURIOSIDADES: Siete supersticiones en el deporte

Los deportistas, sobre todo los que compiten a nivel semi-profesional o profesional, son por naturaleza criaturas supersticiosas. Hay muchos que tienen rituales sobre ropa, protecciones, gestos, acciones que piensan que pueden ser decisivos para mejorar una marca o ganar un partido.

La superstición y el deporte van muy ligados. A veces en forma de ritos extraños, pero otras veces incluso pueden pasar desapercibidas. Aquí os presento una lista de supersticiones en el mundo del deporte en la que haré referencia a casos generales, aunque en los comentarios podéis dejar, si queréis, casos de deportistas concretos:
Prendas y amuletos: Lo de la camiseta favorita, o la ropa interior de la suerte, son casos que se dan en el deporte. Algunos jugadores utilizan estas prendas debajo de la equipación oficial, y las conservan durante añós y años. Para rizar el rizo hay quien afirma que lavarlas puede dar al traste con la suerte, por lo que las conservan sin limpiar. Para hacérselo mirar ¿no creéis? Aquí también podríamos incluir elementos como las pulseras de equilibrio (que tuvieron su boom antes de ser reconocidas como fradue) o las tiras de kinesiotape puestas porque sí, con más efecto decorativo o placebo que terapéutico.
Colores: Hay deportistas que evitan un determinado color porque les da mala suerte, o utilizan el que piensan que les da buena suerte. La moda se ve que influye hasta en el resultado de una prueba deportiva ¿o no?
Vendajes y protecciones: Una lesión puede truncar la carrera de un deportista. Cuando ya se han recuperado, hay quienes siguen utilizando vendajes o protectores, algo que tiene cierto sentido si buscamos prevenir la repetición. Pero hay algunos que utilizan los vendajes sobre las calcetas, porque sobre la piel les molesta, o se lo colocan con tan poca presión (para que no moleste tampoco) que tiene poco sentido a nivel de prevención, pero mucho a la hora de dar confianza a los jugadores (efecto placebo a la vista).
Balones
Tratamientos placebo: Todos hemos visto (sobre todo en fútbol, hay que decirlo) al deportista que se retuerce de dolor, pero que sale corriendo en cuanto le han aplico spray en la zona lesionada (aunque sea por encima de la ropa). En este caso admito que no todo es superstición, sino que también el componente de parar el juego o alterar el ritmo del partido hace su entrada.
Rituales: Entrar al terreno de juego siempre de la misma manera, dar el mismo número de botes a la bola antes de hacer un saque, o hacer todo tipo de numeritos o bailes extraños por pensar que dan suerte para el partido. Hay jugadores que afirman que si no jugaron bien es porque no hicieron el ritual a la perfección; en tal caso sería mejor entrenar para ejecutar bien el ritual que entrenar para ser buen deportista, ¿no?
Rezos: Muchos deportistas realizan oraciones antes, durante, o después de la competición para pedir fortuna. También pueden dedicar sus tantos o marcas a divinidades.
En la entrada he nombrado varias veces al placebo, que está claro que influye positivamente en que algo que no tiene efecto real (una superstición) consiga un efecto positivo. También está claro que estos gestos, objetos, rituales… Ayudan a dar confianza y motivar, que al final es lo que uno necesita para no fallar. Así que funcionar, puede que funcionen, pero claro está que en la medida en que consigan motivar a quien las utilice.

Fuente: Vitònica.com