Un lugar para el karate deportivo, karate de dojo, arbitraje, entrenadores, atletas, historia, filosofía, técnicas , tradiciones y educación física .
El karate deportivo es la cara más visible de nuestra actividad, un excelente medio a través del cual mostrar el nivel técnico adquirido en comparación con otras personas en categorías similares. También permite mostrar el nivel de adaptación al medio, a un reglamento; así como medir la capacidad de superación de multitud de elementos adversos intrínsecos al ámbito competitivo, como son el estrés, la frustración, la ansiedad, y un largo etcétera.
Con todo, el karate deportivo es sólo una pequeña parte de lo que nuestra disciplina marcial puede y debe ofrecernos.
El karate, y en mayor medida el infantil, debe proveernos de una serie de herramientas que nos permitan afrontar algo más que adversarios y competiciones. Los niños en particular, como personas en formación, necesitan de la adquisición de una serie de valores que favorezcan su crecimiento y maduración personal, además de la deportiva y marcial.
Es nuestra responsabilidad como docentes, desarrollar en ellos aquellas habilidades que les sean útiles para el combate, pero también para la vida. Parafraseando al maestro Funakoshi Gichin
El ultimo objetivo del karate no es la victoria o la derrota, sino la formación de la personalidad de todos sus practicantes.
No se trata entonces de que los practicantes persigan ser mejores que los demás, sino que desarrollen el hábito de mejorar respecto a ellos mismos; de prestar más atención al proceso evolutivo que al resultado puntual. Es en este camino de autosuperación – en el D_ – donde se derrotan nuestras limitaciones, carencias y debilidades, y en definitiva, donde radica el verdadero éxito, y desarrollo personal. Los niños no deberían notar la presión, ni la necesidad de ganar a nadie para sentirse campeones. En ello los padres y los profesores tenemos nuestra parte de responsabilidad. Deben saber que las victorias se producen cuando son capaces de dar lo mejor de sí mismos. Como decía otro gran maestro, aunque no de karate, si de la vida – Mahatma Gandhi- “nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo, un esfuerzo total, es una victoria completa”.
Las competiciones pueden ser una fuente añadida de motivación, pero no la única. El cinturón negro representa el inicio de un camino de autodefensa, de bienestar, de adquisición de valores y actitudes y se ofrece como un referente a medio plazo.
Pero para alcanzar esa meta que es convertirnos en la persona que deseamos ser, es necesario navegar a través del esfuerzo, de los inconvenientes, de la incertidumbre y de los conflictos; y orientar las velas luchando contra los vientos para acercarnos a nuestro destino.
Con el tiempo y la constancia, quienes hoy son niños o principiantes entenderán que el verdadero éxito se encuentra mas allá de las medallas y de los cinturones; que son nuestros valores y actitudes los que nos permitirán desenvolvernos de manera resolutiva en la vida; y es que el karate es una montaña que te ofrece muchos caminos para alcanzar la cima. descubre cuál es el tuyo.
Autor:José Luis Prieto/7º Dan Karate
Para comentar debe estar registrado.