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He oído decir que ahora hay 100 millones de karatekas en el mundo… No me lo creo ni por un momento. Pero supongamos que es cierto, supongamos que hay 100 millones de personas por el mundo poniéndose un keikogi al menos una vez a la semana, ¿los convierte eso en karatekas? No, en mi opinión, no. Puedes ponerte el uniforme que quieras y considerarte a ti mismo lo que quieras, pero a menos que vivas tu vida como un karateka… ¡No eres uno de ellos!
¿Y cuál es el modo de vida del Karate? Bueno, no es obtener grados y títulos y acumular seguidores, eso seguro. Karate es una forma de estar en el mundo, una manera de navegar un pasaje equilibrado a través de los años a medida que pasas de una edad a la siguiente. Es entrenar a menudo, de manera consciente, alegre, y con un propósito. Es enseñar únicamente cuando tienes que hacerlo, y hacerlo mediante el ejemplo, en lugar de la doctrina. Si no estás haciendo estas cosas, no eres un karateka… ¡Sólo eres alguien que quiere serlo!
Cuarenta y dos años dedicados al Karate es toda una vida para algunos, y más que eso para otros; pero en lo que respecta a ser un karateka, apenas es arañar la superficie. Me pregunto cuántos de los 100 millones (de karatekas) que hay hoy en el mundo seguirán yendo al dojo durante más de un año, cinco años, o incluso diez… Me pregunto cuántos de ellos son Pequeños Dragones o Ninjas (niños)… ¡Sospecho que más de 950.000! ¿Cuántos de los que se ven a sí mismos como karatekas entrenan para ganar trofeos, coleccionar grados y diplomas, o aspiran a abandonar su entrenamiento y pasar a “enseñar” a otras personas?
, un rasgo poco frecuente que nunca se encuentra en hombres (y mujeres) que albergan la ambición de ser “alguien” en el diminuto mundo del Karate. Tal personalidad no es dada a extremos, ni se desvía fácilmente por la moda del momento, y proporciona claridad contra la confusión creada por otros que gritan muy alto cosas superficiales que nunca consiguen superar la prueba del tiempo. Parece una cosa tan simple, prestar atención a lo que estás haciendo, seguir colocando un pie delante del otro, practicar un día tras otro, y escoger simplemente hacer lo que sabes que deberías estar haciendo… ¡Y sin embargo!…
Todos los caballeros de las imágenes empezaron a entrenar Karate en su juventud. Todos han vivido vidas largas pero muy diferentes, y sin embargo tienen muchas experiencias comunes. También tienen la voluntad de seguir practicando Karate independientemente de las exigencias recibidas al pasar de jóvenes a mayores. Aquí no hay portadas de revistas, celebridades de seminario, ni nadie que alguna vez considerara su Karate como una manera fácil de ganarse la vida. Las fotos de esta entrada son de karatekas cuya determinación para continuar practicando Karate ha resistido y sigue resistiendo el paso del tiempo.
¿Tienes lo necesario para hacer lo que han hecho estos senseis? ¿Tienes el valor para simplemente “ser” karateka, y al hacer eso, abandonar las ambiciones secundarias que tantos ensalzan como signo de éxito? Cuando estoy solo en el dojo, disfrutando estar en el mundo por un día más, no pienso en los karatekas famosos que habitualmente posan para portadas de revistas, no pienso en el último “maestro” que visita una localidad cercana; pienso en caballeros como los de las fotografías; y en mi corazón, espero lograr algún día lo que ellos ya han conseguido… ¡Longevidad!
Fuente:
“Longevity in karate…”
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Michael Clarke]
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Llevo apenas 44 años de practicar karate Do tradicional estilo shotokan en la linea de ITKF, estas son las letras que mas ciertas que he podido leer de la descripcion de un karateca , felicidades y gracias por compartirlo, osssss
Buena nota….Practico Karate Do Shidokan Shorin Ryu desde 1971, y me identifico con la nota…..Muy buena! Saludos. Hector Abrile, 67 años, Reconquista, Santa Fe, Argentina, 8 de noviembre de 2018
Excelente punto de vista que la mayoría de karatecas desconocen, viven el anhelo de la popularidad y fama, siguen con malos hábitos que lo hacen distar mucho de ser un modelo de respeto que la sociedad necesita…Karate es sentir, ser y estar, fuera fe vanidades.