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Con 61 años, el valor de la práctica tranquila es muy superior al estrépito del entrenamiento ruidoso. Foto:Michael_Clarke_chi-ishi
Mario McKenna planteó hace poco una interesante pregunta en su blog: «¿Está muriendo el dojo tradicional?» Garry Lever recogió el tema después en su página de Facebook y a partir de ahí la conversación derivó a cómo se puede atraer a los alumnos para que empiecen, y para que continúen después. Las dos cuestiones, distintas pero en cierto modo relacionadas, me hicieron pensar…
«¿Realmente importa si el Karate desaparece?»
Creo que cada generación de karatekas busca un salvador, o salvadores, que emerjan de sus grados, jóvenes y brillantes maestros que detendrán la erosión y devolverán al Karate su antigua gloria. El único problema es que no estoy seguro de que el Karate haya sido «glorioso» alguna vez. Sin duda ha sido diferentes cosas en distintas épocas y lugares, pero glorioso… bueno, como he dicho, no estoy muy seguro de ello. Además, incluso en mi breve tiempo como karateka, he visto suficientes maestros «brillantes» emerger de la gloriosa oscuridad, para llegar a convertirse en ejemplos de humanidad mucho menos que brillantes.
Si alguna vez preguntaba algo a Miyazato Eiichi Sensei, me soltaba varias cosas… «¿Qué piensas tú?» y «¡Simplemente hazlo!» eran dos de sus respuestas favoritas. No sé qué pensaría una generación más joven de semejante instrucción, sospecho que no mucho. Aun así… Miyazato Sensei no estaba demasiado interesado en enseñar Karate, sus esfuerzos iban dirigidos a intentar que las personas se desarrollaran lo suficiente como para poder continuar y descubrir el Karate por sí mismas. Para él, ¡el Karate se encontraba en la acción!
Así que, ¿está el Karate en crisis? ¿Se encuentra en una encrucijada? ¿Quizá se enfrenta a la extinción? No… Sólo es una generación emergiendo por detrás de la anterior. Siempre es un proceso ruidoso y desordenado… y al igual que la pubertad, siempre está lleno de ansiedad y de «¡qué sabrás tú!» Si el dojo tradicional se encuentra en apuros, es sólo porque las personas son demasiado perezosas, débiles, o las dos cosas, como para comportarse adecuadamente según la tradición de la cual se sienten parte. Una lección de mi sensei: «Soluciónate a ti miso, y solucionas el problema»
¿Demasiado difícil? ¡No te preocupes!
Fuente:
«Saviour Wanted…No Experience Necessary!»
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Michael Clarke]
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