Un lugar para el karate deportivo, karate de dojo, arbitraje, entrenadores, atletas, historia, filosofía, técnicas , tradiciones y educación física .
¿PARA QUÉ PLANIFICAR?
El establecimiento o planificación de objetivos es una estrategia que permite controlar aspectos psicológicos muy importantes que afectan al rendimiento deportivo como pueden ser la motivación y la autoconfianza. La mejor forma de conseguir un reto personal medianamente ambicioso es preparándolo de una forma progresiva; si además se marcan unos hitos intermedios la motivación crece porque se verifica el avance hacia ese objetivo principal. Cuando no se planifica se pierden esos puntos de referencia y la meta parece que está demasiado lejos o demasiado alta, con lo que, al apreciarlo así, la confianza que tenemos en nosotros mismos por conseguir lo que nos hemos propuesto se debilita.
Es como plantearse subir a lo alto de un rascacielos sin utilizar el ascensor: si no miramos por qué piso vamos, no sabremos dónde nos encontramos y parecerá que no llegamos nunca. Pero
conociendo nuestro avance, es decir, en qué punto nos encontramos, cuánto llevamos y cuánto
nos queda, no sólo aprendemos a administrar el esfuerzo, sino que al tener constancia de todo lo
que ya hemos logrado (pisos subidos), aumenta la autoconfianza, y sabiendo lo que nos queda
(pisos hasta el final, cada vez menos), potenciamos nuestra motivación.
CÓMO PLANTEAR OBJETIVOS
En las katas los hitos a marcar no se ven a primera vista: no se trata de bajar tiempo, saltar más
lejos ni más alto, como en otros deportes, sino de perfeccionar la ejecución. ¿Y cómo sabemos si
hemos mejorado?. Aparte de la opinión de nuestro entrenador o maestro, podemos grabarnos en
vídeo, tomar papel y lápiz e ir tomando nota de todo aquello que queremos perfeccionar
(posiciones, fuerza, velocidad…) para después trabajarlo en el entrenamiento. Después seguiremos
preguntando al maestro o entrenador o grabándonos en video para comprobar si estamos
mejorando, y si no es así, ver qué es lo que está fallando para incidir más en ello.
A la hora de elegir un objetivo debemos ser realistas, escogerlo en función de nuestras aptitudes y
posibilidades. Si no tienes muchísima elasticidad plantéate mejorar otro aspecto (p.ej. la potencia
al pegar) que compense el no ser capaz de levantar la pierna hasta la grada. Elige asimismo las
katas que más se adapten a tus posibilidades físicas y que más te gusten: si disfrutas con lo que
estás haciendo, te motivas tanto o más como si ves que progresas.
DIFERENCIAR ENTRE OBJETIVOS DE RESULTADO Y OBJETIVOS DE REALIZACIÓN
Los objetivos de resultado se refieren a resultados deportivos (conseguir medalla, pasar x
eliminatorias o aprobar un examen de grado).
Los objetivos de realización incluyen todo aquello que tienes que realizar para conseguir el
objetivo de resultado, o sea, mejorar la técnica, la concentración, la actitud… son muy importantes
puesto que son la llave para conseguir los objetivos de resultado, y además:
El nivel de ejecución es la “nota” que te pones a ti mismo. Si piensas que eres capaz de realizar las
katas al mayor nivel (como para ganar un campeonato) pondrás el 9, si no, márcate objetivos
menos ambiciosos (un 7, un 8). Recuerda que por mucho que entrenes una kata nunca te saldrá
perfecta, pero tienes que intentarlo.
Si vas a acudir a un campeonato o te estás preparando un examen de grado, puedes poner dicho
campeonato o examen como objetivo a largo plazo. Como objetivo a medio plazo pondrías otro
campeonato de menor nivel (p.ej. si estás preparando el nacional, poner como medio plazo el
autonómico) o marcarías unas fechas para que tu maestro revisara tu examen, dependiendo del
tiempo que quede para examinarte (p.ej. si es dentro de 6 meses, 1 revisión cada dos meses, o sea,
2 objetivos a medio plazo).
El objetivo a corto plazo es el que más motiva, porque te permite ver la progresión, por tanto,
conviene marcar a lo sumo 1 objetivo a corto plazo cada 1-2 semanas. Éstos pueden ser lograr un
nivel de ejecución en una kata concreta en conjunto, o por partes (posiciones, giros, estabilidad,
fuerza…).
Cuando te de “pereza” ir a entrenar o estés psicológicamente cansado de repetir los mismos
movimientos una y otra vez, repasa el cuadro de los objetivos. Te servirá para recordarte que tu
esfuerzo va encaminado a una meta.
Autora: Eva Montero Domínguez –psicología clínica y del deporte.
Debe estar conectado para enviar un comentario.