Escribió el Maestro Mabuni Kenwa en su libro publicado en 1938 “Karate do Nyu mon” que el Kata constituye el centro neurálgico a través del cual se organizan los demás entrenamientos que componen este arte, como el Kumite, en todas sus variantes desde el mas moderno y reglamentado Shiai hasta el combate total que implica todo tipo de agarres situaciones etc., si analizamos los Katas todo esta en ellos, no solo en su fase aplicativa sobre el combate sino en los métodos respiratorios para la salud, la recolocación postural y desplazamiento corporal sobre el Hara, conceptos sobre iniciación budista, relación con los meridianos de medicina china, es una obra de ingeniería humana que costo miles de años y muchas generaciones hasta conseguir el refinamiento de los kata tradicionales que vemos en la actualidad.
“IsHin de Shi”, (de tu alma a mi alma), empleada en el Budismo Zen para explicar que no es posible conocer la tradición si no se ha contactado con el maestro, esta Forma de concebir la enseñanza ha permitido que en Okinawa y Japón la transmisión de los conocimientos iniciaticos fuera la correcta, no se podía realizar si no concurrían factores insorteables, el alumno era sometido a una disciplina mental durísima durante años, que evaluaba el verdadero nivel de nobleza e integridad moral que este poseía, su entrega y confianza al maestro debía ser total, sin fisuras, que ponía de manifiesto si la humildad era la necesaria para darte unas herramientas que en manos poco adecuadas podían provocar dolor a otras personas. Una vez demostrado se empezaba con el entrenamiento especializado, y cuando el maestro no tenía dudas sobre él, es cuando la transmisión se realizaba. Así ha sido durante siglos hasta después de la segunda guerra mundial donde el Japón fue colonizado y dejo de ser feudal.
Son cientos los casos que hemos escuchado sobre esta forma de concebir el Budo muchos se pierden en la leyenda idealizada, pero los que hemos tenido la fortuna de escuchar a Maestros de la talla de Mabuni Kenei hijo del fundador de nuestra escuela Shito ryu y segundo Soke, de su propia experiencia es cuando comprendemos que la palabra maestro hay que ser cuidadoso con otorgarla de manera arbitraria. Por suerte para nosotros el maestro Mabuni fue un investigador incansable, y lo más difícil supo compaginar los cambios propios que la cultura Japonesa estaba sufriendo, manteniendo de manera sutil la tradición más pura en nuestros Katas. No es posible conocer a fondo un Kata si este ya viene desvirtuado y apartado de la tradición esbozando justificaciones sobre conceptos físico-estéticos, y sobre todo no es posible si el maestro no aparece en tu camino para hacértelo ver, en japonés esto se traduce como “ Kaisai No Genri” que viene a decir la llave que descodifica los movimientos que en los katas parecen no tener sentido, la pregunta es, ¿quien es el maestro?, la respuesta la escuche en un curso con el soke Mabuni kenei, “al principio el maestro es otra persona que te abre la puerta, después el maestro es el propio kata cuando uno se entrega a fondo en su entrenamiento”.
Una vez han pasado los años de entrenamiento constante y dirigido fundamentalmente sobre el Kihon es decir sobre el conocimiento básico de la ejecución de la técnica, llega la fase en el aprendizaje del kata, el alumno ya está preparado para el paso final, para el análisis conceptual personal después del conocimiento de todos y cada uno de los factores que influyen en el kata. Es el momento de relacionar los contenidos del kata a los que durante años no le veíamos sus aplicaciones, con todo lo aprendido. Eso no quiere decir que la técnica base se abandone, sino que deja de ser el entrenamiento fundamental del karateka. Proponer, aceptar, diseñar, relacionar, ejecutar, transferir conocimientos de otros kata, ver detrás de la técnica,(Ura-omote waza) investigación personal adaptado el kata a tu morfología física y a tu experiencia vital, observar y/o ver como se trabaja ese kata en otros estilos tradicionales, empaparse en el kata analíticamente (técnicas, combinaciones, desplazamientos, ritmos, kime, etc.) y en esta fase ampliamos esos conocimientos hacia el kata de aplicación más profundamente que en la etapa de asentamiento total, en definitiva convertirse en el propio kata. Así, aprendemos a diferenciar conceptos del kata como “oyo kumite”, “bunkai kumite”, “henka kumite” o las distintas fases de técnicas: “shoden, chuden u okuden”. Estos tres niveles de conocimiento se repiten en todos los budos tradicionales, como guía que permite ver tu ubicación real en cada arte.
Shoden, es el nivel de técnica fundamental para que el que aprendizaje pueda establecerse, es el momento de forjarse física y mentalmente la parte obvia y esta parte obvia, es en realidad lo mas importante. Es el cimiento de lo que después será una construcción fuerte.
Chuden, segundo nivel o nivel intermedio de la técnica, es el “donde hay que pegar o golpear”, donde hay una luxación o una estrangulación o donde existe un agarre; es un nivel intermedio del atemi: con que parte y como golpear o incidir dependiendo de la zona donde se va a fijar el golpe. Es el momento de manejar los Bunkais por así decirlo “oficiales” es decir el que el maestro te da para comprender el kata en sus movimientos visibles, aunque en determinadas técnicas ya afloran movimientos sobre acción reacción del oponente. Quizás no sea un momento creativo pero es necesario para después dejarte llevar por la técnica. Cuando en el punto anterior hablaba del ¿para qué? de una técnica, ahora ya sabemos que se trata del bunkai kumite como aplicación establecida por el maestro o escuela de un modo específico para explicaciones a las técnicas; el maestro diseñó una serie de técnicas con un objeto aplicativo, en ocasiones, en forma de yakusoku kumite. En el oyo kumite, se utilizan las técnicas del kata para poder trabajar otras aplicaciones donde ya se piensa en el adversario como ente real que piensa en reaccionar a tus técnicas por lo tanto el combate ya no es lineal, el adversario toma vida. Utilizar una misma técnica para diferentes usos es lo que se denomina henka kumite, son variaciones en las cuales hay otras opciones o conclusiones prácticas de la misma. Cuando el profesor expone como una misma técnica, aplicada de una u otra manera para apreciar otras concepciones, y el alumno las trabaja con el objetivo de comprenderla, va a ver la diferencia entre esas técnicas y así poder asimilar mejor esa técnica determinada, si es que no la había comprendido. Y todo esto, tiene una relación directa con el shoden, chuden y okuden…
Okuden, es la parte más oculta del kata, lo que hay detrás, lo que permanecía en secreto… la transmisión de las tradiciones, el “arte del golpear” o conocimiento del punto vital o de kyusho, sonidos y distintas tonalidades del kiai, medicina tradicional china, conceptos del ki y los trabajos energéticos. Esto es decir la Maestría del arte ya no hay separación entre la técnica y la persona, las reacciones son espontáneas la creatividad aparece sin mediar el pensamiento, los movimientos son precisos, el consumo de energía para ello es el estrictamente necesario.
El error es pensar que hay katas elevados y otros sencillos, es cierto que en nuestro estilo Shito Ryu con casi sesenta katas los hay de todas las dificultades técnicas pero el nivel no lo pone el kata sino el momento de madurez que atraviese el que lo ejecuta. Un pinan puesto en manos de un experto es un kata superior, por lo tanto hay que pensar que todos las técnicas son en algún momento evolutivas, quiero decir con ésto que cualquier kata encierra en si mismo los tres niveles mencionados, shoden, chuden, okuden.
Una vez superados estos tres niveles aguarda el máximo, el denominado Menkyo Kaiden, es la comprensión total del estilo, teóricamente, filosóficamente, técnicamente y emocionalmente, es decir la persona que debe de ser modelo de valores, madurez y alta eficacia en la ejecución de las técnicas, este es autorizado por el máximo grado de la escuela en transmitir lo mas interno de la misma, esta transmisión no tiene por que ser mediante un documento, es algo como dije en el párrafo anterior de “corazón a corazón”.
El problema no está en hacer del Karate un deporte, el problema está en quitarle a este sus valores internos de manera que no forma la mente del que lo práctica sino que la deforme. Si no se pasa por los niveles que he descrito el “ Kaisai no genri”, la llave del kata no se muestra, por lo que generalmente se termina dejando la práctica o desviándola convirtiéndola en un deporte de lucha oriental, que cuando las condiciones físicas del practicante mengüen, por la lógica del paso del tiempo, no podrá continuar en la misma y habrá perdido la oportunidad única de acometer una transformación interna que en definitiva constituye la aplicación mas importante del Kata.
Vuelvo para terminar y a modo de reflexión a las sabias palabras del Gran Maestro Mabuni Kenwa, (1888-1956): “No basta, con memorizar superficialmente los Katas, hay que repetirlos continuamente, porque su repetición se convierte en cierto modo, en una forma de alimentación corporal y mental, su práctica diaria, a lo largo de toda una vida va cambiando la condición del practicante”.
Francisco José Delgado Ruiz
Aventajado estudiante de karate
Presidente Dento Shito-Ryu España
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