NAHA-TE . . . El Poder del Pueblo
La más antigua tradición oral dice que el conocido como inaka-te (mano del campesino) proviene de las continuas disputas que se sucedían entre los trabajadores de la clase baja de Okinawa.
En las fiestas populares como el ayajou uugina, lucha por la cuerda, representantes de comunidades y personas destacadas ofrecían al público representaciones teatrales de peleas con bo y kue (bastón y remo), así como danzas en las que incluían técnicas que simulaban un combate o un reto al son de la música y los tambores (eisa).
Los niños y jóvenes solían retarse en unos combates parecidos al sumo en los que se desarrollaban agarres y sueltas, controles, luxaciones y estrangulaciones. Es posible que estos encuentros fuesen el origen del más profundo te.
Pero el hecho más destacado para la proliferación de las artes de lucha entre las gentes del pueblo fue la abolición de la clase samurái en el período Meiji. Éste hecho obligó a una gran cantidad de familias bien establecidas y con puestos de importancia en la sociedad okinawense a mudarse al campo y realizar trabajos duros para poder subsistir. Así pasaría con familias como los Kyan, que tuvieron que mudarse a una pequeña propiedad de la villa de Yomitan donde tuvieron que dedicarse a la cría de cerdos y gusanos de seda. El propio Chotoku Kyan se vio obligado a trabajar tirando de carros.
Hay quien dice que otros muchos se dedicaron a lo mismo pero ocultaban su rostro para no ser reconocidos, víctimas de la vergüenza. Otra de las familias fueron los Uechi, quienes tuvieron mudarse a la villa de Takinto tras sufrir la pérdida de su estatus social.
Muchos guerreros de la corte se dedicaron a la seguridad cogiendo puestos de escolta o en la policía.
Estos hechos propiciaron que el estudio y el desarrollo de útiles de labranza y herramientas de pesca como armas fuera incluido en el entrenamiento y en el repertorio armamentístico de muchas escuelas. Aunque es bien cierto que utensilios clásicos de los campesinos y los labradores ya se utilizaban como armas por las gentes del pueblo. Algunos bushi ayudaron con sus conocimientos al proceso de lo que comenzaría a estructurarse como un sistema denominado kobujutsu. Curiosamente donde más se desarrollo el arte del bo sería en las islas de Kudaka y Tsuken (Chikin), islas de remadores de barcas y pescadores.
Es importante destacar que Naha siempre fue una ciudad portuaria que gozaba de un rico intercambio socio-cultural con otros pueblos y ciudades del pacífico y el mar de China, y principalmente con Fuzhu. Por eso el Naha-te tiene esa gran similitud e influencia de los sistemas chinos tales como Grulla Blanca, Tigre, Shaolin del Sur, y otros sistemas predominantes en el sur de China y las islas del Pacífico como Indonesia, Tailandia o Vietnam.
Por último es importante destacar que Okinawa se convirtió en un pueblo que se resistía unido y con un sentimiento común en contra de la fuerza opresora del invasor japonés. Los abusos producidos por los opresores provocaban un sentimiento de rechazo hacia los japoneses que en ocasiones acababa en rebeliones que por norma general desencadenaba la venganza o ajusticiamiento del revelado. La necesidad de defenderse y las mismas luchas entre campesinos hacen que cada individuo desarrolle su propio sistema defensivo con los útiles de la vida diaria como el kama, el kuwa, los nunchaku, o el tonfa.
Extraído del libro -Seisan. Las trece manos- del autor Marcos López Mejía
Fuente: KarateBCN
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